El temporal del 15 de noviembre provocó el colapso de cuatro de las ocho caras del emblemático palomar, uno de los pocos de tres pisos que quedan en el país. Propietarios y referentes trabajan en una campaña solidaria para salvarlo.-
Anterior a la fundación de Chivilcoy como partido en 1845 y como pueblo en 1854, la Estancia La Rica ya se erigía desde 1838 en la cañada homónima. Fue fundada por el Alcalde de low cost generic sildenafil Mercedes, Manuel Andrés López García, portugués llegado al Río de la Plata en la década de 1820.
Modelo de estancia de frontera, fue declarada Monumento Histórico Nacional por decreto N° 332/2010, debido a los valores patrimoniales expresados en su conjunto funcional: galpones de esquila, casa principal con aljibes y patios, parque y jardines, y un mítico palomar que hoy está en crisis.
Un palomar excepcional en la pampa
Según el arquitecto Carlos Moreno, quien visitó la estancia en varias oportunidades, el palomar de La Rica es único entre los palomares pampeanos por su capacidad de producción: 2000 mechinales, las celdas donde anidan los pichones.
Su forma octogonal, sus tres pisos y su remate con cornisas y rejas labradas evidencian la importancia que se le otorgaba a esta instalación productiva, capaz de abastecer de internet viagra sales alimento al personal fijo de la estancia y a los pobladores de la zona. Pilastras y ornamentos de mampostería reforzaban un mensaje arquitectónico visible desde los caminos de la campiña.
Un siglo y medio en pie
Datado entre las décadas de 1840 y 1850, el palomar resistió 180 años gracias al cuidado de los propietarios, que a lo largo de siete generaciones fueron reponiendo ladrillos y sellando grietas. Ese trabajo permitió que la estructura llegara hasta nuestros días pese a su antiguo sistema constructivo, basado en ladrillos asentados con juntas de barro.
El temporal que cambió todo
Los vientos huracanados del pasado 15 de noviembre, con ráfagas superiores a los 80 km/h, sumados a fuertes lluvias, provocaron el desplome de cuatro de las ocho caras del palomar. Debido a su método constructivo, la estructura no logró resistir y hoy solo permanecen en pie cuatro lados.
El desafío: reconstruirlo antes de otro temporal
El objetivo es lograr su reconstrucción antes de que un nuevo evento climático termine por destruir lo que queda. Por eso, los propietarios y los “amigos del palomar” comenzaron a organizarse para reunir fondos y recursos que permitan preservar uno de los pocos palomares de tres pisos del país, símbolo de la presencia colonizadora de la estancia en épocas de fronteras y malones, previas a la organización nacional.
Campaña solidaria
Los profesionales vinculados a esta iniciativa son Teresa Achával, el arquitecto Jorge Bayá Casal y Juan Manuel Tiscornia. Informaron que próximamente establecerán los mecanismos para recibir ayuda “a fin de conservar un elemento insigne en la memoria chivilcoyana y nacional”.
Contactos: Teresa Achával: estancialarica@gmail.com . Arq. Jorge Bayá Casal: jorge@estudiobayacasal.com .Juan Manuel Tiscornia: 2346 509431
